¿Qué creen ustedes que miran esas mujeres?. No están mirando una valla publicitaria o un pájaro exótico. Es que miran impresionadas un pote de leche, que una vecina que vive en su mismo conjunto residencial les muestra desde su apartamento, que después de semanas de búsqueda, logró conseguir, jajaja. Si, si, si, así como lo oyen, un pote de leche, y su elevadiiiiiiiiiiiiiiisimo precio. Ah, ¡sabía que no me lo iban a creer!, pero es que en esta pobre Venezuela mal llamada revolucionaria, con eso de las expropiaciones y control de los dólares, hasta un producto que antaño nos era común ver en las estanterías de los supermercados, hoy resulta un producto exótico.