Pese a no haber traído la corona de Miss Universo, la siempre bella Vanessa Goncalves será gratamente recordada por los venezolanos, por habernos representado dignamente en el Certamen Miss Universo 2011 celebrado en Brasil, y por los esplendorosos momentos en fotos que magnifican la belleza de la mujer venezolana, ampliamente reconocida y alabada en cada Certamen de belleza. Pero así como nos agrada ver ganar a nuestras mises, también nos agrada reconocer el triunfo de las otras chicas, porque es lo civilizadamente justo, sin que eso signifique que dejemos de apoyar a nuestra bella candidata, a la cual enfatizo y manifiesto la admiración que causan sus atributos físicos, pero que no debe hechizarnos al punto de la ceguera de reconocer y respetar el triunfo de Miss Angola, por lo que ya debe darse un parado a tanta crítica fútil alrededor del hecho de que debió ganar nuestra candidata. El haber sido representados tan majestuosamente, y además reconocido por muchos especialistas, ya es suficiente premio, porque premio no es sólo la corona de belleza, sino también la dignidad que se traduce en respetar en la ganadora lo que deseamos se nos respete a nosotros.
Este Certamen 2011 nos deja 3 moralejas: (1) Ir con la frente en alto, pero no con la altivez que subestima las cualidades de las otras aspirantes, sino con la humildad de sentir el orgullo de representar la belleza nacional ante mujeres IGUALMENTE bellas, que puede significar que podamos no resultar ganadora ; (2) Rechazar el racismo, que vergonzosamente reaparece en la escena mundial, en los comentarios racistas que pretenden descalificar el triunfo de Miss Angola; (3) TODAS las candidatas son merecedoras de lo que merece toda mujer: un reconocimiento digno y caballeroso a quien resulte triunfadora, porque en resumen, todas son triunfadoras al representar la belleza de su país.
Respetando a Leila Lopes y respetando a Vanessa Goncalves, los invito a repetir: ¡Viva la belleza de la mujer!, porque lo demás no importa. Y que la bella foto de Vanesa inspire en ese reconocimiento. ¡Vanesa eres bella, y toda Venezuela te quiere!.
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